Mocho, tullido, mutilado… son términos que escuchamos con frecuencia en el entorno de una persona con discapacidad motora y que fácilmente podríamos identificar como ofensivos o discriminatorios.
Sin embargo existen otros nombres que se utilizan para referirse a personas con un tipo de discapacidad, aceptados como válidos por el grueso de la población, pero igualmente incorrectos. Tal es el caso de las palabras “minusválido” y “discapacitado”, y muchas otras.
Un primer paso… “Si vamos a defender los derechos de las personas con discapacidad lo primero que tenemos que hacer es referirnos bien a ellos”, explica Franco Brazobán, director de Comunicaciones y Relaciones Públicas del Consejo Nacional de Discapacidad
(CONADIS, Republica Dominicana)
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