Las personas con Trastornos del Espectro Autista (TEA) son excelentes pensadores visuales, es decir, comprenden, asimilan y retienen mejor la información que se les presenta de manera visual. Frente a la información verbal (que utiliza el canal auditivo, es abstracta y desaparece), las imágenes permanecen en el tiempo e implican un menor nivel de abstracción. Esa característica de representar información de manera visual, permanente y concreta, se ajusta a las características específicas del pensamiento de una persona con autismo, lo que ha hecho que el empleo de los apoyos visuales se haya convertido en una de las estrategias básicas y fundamentales en todos los procesos de enseñanza-aprendizaje de las personas con TEA
Hay distintos tipos de apoyos visuales (objetos reales en miniatura, fotografías, pictogramas y lenguaje escrito) y la elección del más adecuado va a depender de la edad y nivel de abstracción de cada niño. Generalmente, los objetos reales en miniatura se utilizan con niños pequeños que muestran una limitada capacidad representacional y de simbolización.
A medida que van creciendo y que su pensamiento adquiere mayor capacidad de abstracción estos apoyos se cambian por fotografías y, en los casos en los que sea adecuado, por pictogramas o lenguaje escrito.
Sea cual sea el tipo de apoyo visual que se haya decido emplear, hay unas características básicas que todos ellos deben cumplir:
- Deben ser sencillos, concretos y esquemáticos (sin mucha información adicional)
- Fáciles de manejar (el tamaño se debe adaptar a las capacidades motoras del niño)
- Siempre se deben acompañar de un lenguaje claro y simple [1]
Entre las distintas utilidades que tiene el apoyo visual, las principales que utilizan en la Asociación Alanda (España) son:
- Horarios: Tanto en casa como en el colegio, el niño tiene su horario en el que se indican las distintas actividades que va a realizar. Es muy importante que pueda anticipar lo que le va a ocurrir a lo largo del día.
- Cuadernos: Es muy útil colocar fotografías o dibujar las situaciones que realiza el niño con la familia o con el colegio, para que posteriormente, él puedo contárselo a otras personas. Además, sirve también como "cuaderno de vida" que se puede volver a recordar regularmente.
- Panel de Peticiones: Se pueden colocar fotografías de sus comidas y objetos favoritos en un lugar visible para aumentar su deseo por comunicarse y fomentar la interacción.
- Relojes Adaptados: El tiempo es algo muy abstracto y que es difícil trasmitir. A los niños les suele costar anticipar el tiempo que les queda para terminar una tarea o empezar otra. La adaptación de relojes o el uso de relojes de arena o de cocina les hace "visible" el tiempo.
- Estructuración de tareas: El apoyo visual también es muy útil para realizar de forma autónoma tareas que requieren distintos pasos. Las recetas de cocina son un buen ejemplo. [2]
- Secuencias para enseñar actividades de la vida diaria: cepillarse los dientes, ir al baño, ir a dormir, etc
Fuentes:
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